Emigrar a Suiza desde España (I)
top of page
  • Foto del escritorLorena Bellés

Emigrar a Suiza desde España (I)


Como ya sabéis, este año me concedieron la beca de auxiliares de conversación y me vine a vivir a Suiza.

Tener la oportunidad de enseñar español en otro país es una experiencia increíble y poco a poco iré contando con más detalle en qué consiste y cómo funciona,

pero hoy me apetecía empezar hablando sobre aquello que no se suele enseñar en Instagram: la odisea de emigrar a otro país.

Aceptar esta beca no solo conlleva dar clases en escuelas y tener la oportunidad de visitar y explorar nuevos lugares (aunque es la parte más divertida, para qué mentir). Por eso he pensado en escribir una serie de entradas explicando cómo fue todo este proceso para mí y, de esta forma, intentar ayudar a quienes lo hagan en un futuro, ya que parte de la información es aplicable también a muchos otros países.


Por si alguien quiere ir directamente al meollo del asunto, aquí os dejo los puntos importantes:


Mi experiencia



Encontrar casa


A mediados de mayo de 2021 me llegó la confirmación junto con el destino y las condiciones de mi contrato. Las clases en el cantón de Zúrich comienzan el 23 de agosto, así que teníamos alrededor de 3 meses para organizarlo todo y encontrar alojamiento.


Desde el Ministerio de Educación te facilitan varios documentos con información importante relativa a cada país de destino. En ese documento ya te advierten de que Suiza no forma parte de la Unión Europea y que, por lo tanto, el proceso administrativo para emigrar allí es un poco (UN POCO) más engorroso.

Antes de nada me gustaría puntualizar que yo vivo en la zona alemana y, por lo tanto, toda mi experiencia gira entorno a la lengua alemana, pero es extrapolable al francés o al italiano.

Por mi parte os puedo decir que lo más complicado fue encontrar alojamiento en tan poco tiempo y desde España. Si no tienes familiares o conocidos viviendo en Suiza este proceso se vuelve un poquito más estresante de lo habitual. Tras una exhaustiva e incesante búsqueda que se alargó durante los 3 meses que teníamos de margen, os estaréis imaginando cuándo encontramos el piso:


Efectivamente, el último día. Para la búsqueda de piso os recomiendo que utilicéis las páginas que adjunto a continuación:



Como consejo de amiga os recomiendo encarecidamente que busquéis grupos de Facebook de españoles en Suiza o más específicamente de la región donde vayáis a vivir. A mí me salvaron la vida.

Estas páginas tipo Fotocasa.es están genial para que os hagáis una idea del tipo de inmuebles que hay disponibles en ese momento por la zona, sus características y (muy importante) las condiciones. Para nosotros esto último fue lo más tedioso, porque si todavía estás en España es prácticamente imposible encontrar algo decente o real. Normalmente no vais a tratar con particulares, casi siempre con inmobiliarias y vais a tener que pasar por el aro de sus requisitos: - Estar empadronado ya en Suiza (algo imposible si no dispones de alojamiento previo). - Copia del contrato de trabajo indefinido o para varios años y con un buen aval.

- Visado tipo L o B.

- En algunos casos os pueden llegar a pedir un extracto de vuestra cuenta bancaria, para comprobar que disponéis de dinero suficiente para sobrevivir en el país y pagar vuestro alquiler sin problemas.



Ahora bien: todo esto desde el punto de vista inmobiliario y de forma muy resumida, pero, ¿y desde el punto de vista del emigrante? Nosotros no nos sentíamos cómodos alquilando un piso a distancia, todo mediante un proceso virtual y sin saber lo que íbamos a encontrar realmente al llegar. Así que decidimos hacer una escapa a Suiza en julio, para explorar un poco la zona, conocer Zúrich y poder visitar algunos apartamentos de forma presencial.


Viajar a Suiza como turista no es nada barato, pero conseguimos ir de visita 5 días. Antes de llegar ya sabíamos varias cosas. La primera, que teníamos pocas probabilidades de encontrar nada a tiempo y que muchas personas terminaban alquilando un hotel o un Airbnb por un mes o dos y, desde allí, continuaban su búsqueda. La segunda, que no podíamos llevarnos todas nuestras cosas a una habitación de hotel y que no queríamos meternos en cualquier sitio a vivir sin saber cuándo encontraríamos algo definitivo.



Embarcándome hacia la semana más intensa y retadora de mi vida.

Finalmente, una mujer me contactó para visitar un apartamento en una ciudad cercana a Zúrich. Todo pintaba bastante bien, pero fueron pasando los días y no había forma de concertar una visita al apartamento. Al final, descubrimos que el piso no pertenecía a la mujer y que lo que pretendía era subarrendarlo. Esto significaba que no íbamos a poder registrarnos en el ayuntamiento y ni siquiera sabíamos si podríamos tener problemas con el verdadero dueño o yo con mi contrato de trabajo y el resto de trámites.


Llegó el penúltimo día y no teníamos nada. Yo ya no sé si fueron mi insistencia o mis ojeras lo que conmovió al Universo, pero esa tarde nos contactó un chico diciendo que buscaba con urgencia alguien que se quedara en su apartamento, porque él tenía que marcharse del país y, si no, tendría que seguir pagando el alquiler sin hacer uso del piso.


En resumen: conseguimos un apartamento con habitación, salón, cocina y baño a 67 km de Zúrich (benditos trenes suizos rápidos y puntuales) y en ese momento nos pareció un oasis en el desierto. El contrato lo firmamos a distancia desde España, pero al menos teníamos alojamiento a nuestra llegada.



Mi novio y yo cuando al fin encontramos un apartamento.

Hablaré con más detalle sobre precios, características y el proceso de alquiler en próximas entradas, pero creo que os podéis imaginar lo retador que puede llegar a ser.


Seguimos.



La mudanza


Como no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar una vez allí y, como mi novio pretendía buscar empleo, decidimos hacer la mudanza en coche.


Motivo número 1: Puedes llevar más equipaje. Motivo número 2: Medio de transporte propio, para emergencias o por trabajo.

Motivo número 3: Roadtrip por Europa (je, je).


El viaje en general fue muy bien y no se nos hizo largo, salvo el último tramo ya en Suiza y porque se hizo de noche y no conocíamos bien la zona. Las carreteras tanto en España, como en Francia y Suiza son excelentes y no tuvimos ningún problema. Tened en cuenta, eso sí, que probablemente os encontraréis con bastante tráfico y algún que otro atasco. Nosotros viajamos en agosto y estuvimos parados un buen rato en Francia.


Este apartado es más corto, pero quería puntualizar varias cosas:


En España y en Francia se pagan peajes para circular por las autopistas. En Suiza debes comprar una pegatina llamada viñeta o vignette. La podéis comprar en las estaciones de servicio fronterizas con Suiza (nosotros la compramos en Francia justo antes de entrar por Ginebra) y cuesta unos 40€. Es anual, no existe ninguna opción para varios meses o semanas y tiene vigencia desde el 1 de enero hasta el 31 de enero del año siguiente.


Nosotros fuimos en coche por nuestro propio interés, pero en avión son 2 horas de vuelo y tenéis aeropuertos en Ginebra, Basilea y Zúrich. El país no es muy grande y está muy bien conectado por transporte público, así que el coche en la mayoría de los casos no es imprescindible.


Ahora mismo el combustible está por las nubes en todas partes, pero siempre va a salir más económico repostar antes de cruzar la frontera. Recordad que, además, en Suiza la moneda no es el euro sino el franco (CHF, Fr., SFr.).


Habrá un apartado sobre esto próximamente, pero os adelanto que solo se puede cruzar la frontera con un máximo de 1 kg de carne por persona. Con carne se refieren a cualquier tipo de producto cárnico: carne procesada, congelados, embutidos, ...


El idioma


Inciso para recordar la importancia de saber idiomas. Imagino que, si solicitáis esta beca, tendréis un mínimo de interés por los idiomas y tendréis conocimientos de la lengua oficial del país de destino, pero por si me leen personas que quieren emigrar por cualquier otro motivo:


En la zona alemana no basta con apañarse con el inglés. Ni siquiera basta con hablar muy bien inglés. Aquí o hablas y entiendes alemán o no pasas de la primera fase. Dedicaremos otra entrada al eterno debate entre alemán de Alemania y alemán de Suiza, pero de momento es importante puntualizar esto.


En el ayuntamiento, si topas con una persona amable y que conoce otros idiomas, es posible que puedas hacer los trámites en inglés o incluso en español si tienes mucha suerte. Pero, en el banco, la inmobiliaria, las agencias de empleo temporal, la oficina de transporte y prácticamente cualquier organismo público vas a necesitar el alemán. Además, todos queremos saber qué dice nuestro contrato y qué estamos firmando.


Idiomas, querida.


Lo que me habría gustado saber


Escribo esto a modo de conclusión, pero prometo que habrá más entradas sobre este tema, porque es bastante extenso y considero que es importante.


Quiero recalcar que no me arrepiento de haber solicitado y aceptado la beca y tampoco nos arrepentimos de haber dado el paso de emigrar a Suiza, pero en honor a la verdad, hay una serie de cosas que nos habría gustado saber:


- La beca es remunerada, pero Suiza es un país con un alto nivel económico y tu contrato es a jornada parcial, por lo tanto, tu sueldo también. Además, los inicios siempre son duros y venir con un buen colchón (en la medida de lo posible) te va a ayudar a dormir algo mejor.

- Ellos te conceden la beca, pero el resto es cosa tuya. Nadie te va a dar nada hecho ni te van a poner un pisito en el centro de la ciudad, obviamente, pero muchas veces te llegas a sentir desamparado y bastante perdido. Es un cambio enorme, hay muchísimas cosas que no sabes y aprendes sobre la marcha (y no pasa nada) y a veces agradecerías un poco de orientación o haberlo sabido antes de poner un pie fuera de casa.

- Los alquileres aquí son muy altos. Incluso en pisos compartidos los precios superan la mayoría de las veces los 1000 CHF al mes. Obviamente, para una persona con trabajo fijo y a tiempo completo es todo perfectamente asequible, pero al principio, olvídate de vivir cerca del trabajo.

El pisito en Zúrich

- Aquí se paga por absolutamente cualquier trámite, por pequeño o rápido que sea. Los apartamentos vienen sin amueblar, completamente vacíos y la lavadora y secadora están siempre en la zona común y se pagan aparte. Además, prepara de 2 a 3 meses de fianza a parte del alquiler del primer mes.


Con esto no quiero asustar ni disuadir a nadie, pero quiero ser sincera y compartir mi experiencia, para a quien pueda resultarle útil.



Gracias por leer. Deja un comentario con las lenguas que hablas/estudias si te ha resultado útil y ¡no dudes en escribirme si tienes alguna duda!



Tschüss!








Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page